Estefanía García, el desconsuelo de ser segunda
→ Estefanía García en el momento en que se retira del tatami es acompañada por José Romero, entrenador de la Federación Ecuatoriana de Judo. Tras la derrota ante la venezolana Arriquelys Barrios, la ‘tricolor’ recibió el apoyo de sus compañeros.
García lo recibió, se agarró el cabello, intentó acomodar su kimono y luego se llevó las manos al rostro. Después dobló el torso como señal de resignación. Y no era para menos, a esta misma rival García la había vencido en febrero pasado, en un panamericano. Para Barrios fue un triunfo con sabor a desquite.
José Romero, entrenador de la Federación Ecuatoriana de Judo y que conoce bien a Estefanía, la esperaba a un costado de la pista para consolarla y darle ánimos.
Cuando se juntaron, quedaron entrelazados en un abrazo que parecía eterno. Después de casi un minuto la soltó, la ayudó a secarse las lágrimas que se confundían con el sudor en su rostro y la acompañó hasta la parte exterior del coliseo de la Unidad Educativa María Auxiliadora, donde se disputan todos los combates de judo.
Allí se sentaron en una vereda. García seguía llorando y con la mirada fija sobre el concreto. Buscaba respuestas para la derrota, pero no las encontraba. Lucía acongojada.
Romero se convirtió en ese momento en la fortaleza de su atleta. Le decía que esa derrota no significaba el fin del mundo, que vendrán muchas oportunidades más para consagrarse.
“Eres una guerrera, eres la mejor judoca que tiene el país en este momento”, le repetía tratando de calmarla.
La ministra del Deporte, Andrea Sotomayor, que acompaña a los atletas en Santa Marta, también se le acercó y le dio un abrazo. Sus compañeros desde las gradas le daban ánimos con gritos y aplausos al volver a verla.
Aquel apoyo surtió efecto y Estefanía se sintió reconfortada. Se levantó inmediatamente y fue a cambiarse para recibir su medalla de plata.
El combate fue apretado, ¿pero por qué se le escapó la medalla de oro? Estefanía y su entrenador coinciden en que el único punto que sumó la venezolana Barrios fue una decisión errada de los jueces.
Esa supuesta equivocación cambió por completo el esquema y la estrategia de la ecuatoriana, ya que su rival de ahí en adelante se dedicó a defender esa ventaja, consciente de que en la disciplina de judo es complicado remontar un marcador adverso.
“Lloro porque venía preparada para ganar la medalla de oro, lamentablemente una decisión injusta de los jueces me lo impidió. Pero el deporte da revanchas”, le dijo García entre sollozos a EL TELÉGRAFO.
Los animales son su debilidad
Estefanía García tiene un alma noble y sensible que contrasta con la imagen ruda y fuerte que proyecta sobre el tatami. Pero los animales son su debilidad. Una vez llegó a tener en su casa 30 gatos y 15 perros, todos recogidos de la calle. Su madre, Mercy Mendoza, fue su cómplice.
Su mamá le soporta todo. Cuando tenía 5 años se afeitó las cejas, esta fue su mayor travesura. La pasión de Estefanía por el judo y el deporte no solo creció con ella, sino que vivió bajo el mismo techo.
Su madre también fue deportista, practicó gimnasia, baloncesto y judo. Fue seleccionada provincial y cinturón negro en este estilo de lucha. Eso explica por qué Estefanía le cogió un gusto particular al deporte. En su momento practicó taekwondo, natación, gimnasia y baloncesto.
Fue a los 9 años cuando se inclinó por el judo, gracias a un curso vacacional que promovió en esa época la Federación Deportiva de Manabí.
Allí conoció a José Larrinaga (57 años), entrenador que tiempo después empezaría una relación sentimental con su madre y se convertiría en su padre y mentor.
Un detalle que también influyó en la fortaleza de carácter y perseverancia de Estefanía es su formación en los colegios Teniente Hugo Ortiz y Miguel Iturralde, ambos militares. Por eso es disciplinada y cuando se le mete un objetivo en la cabeza, no se detiene hasta conseguirlo.
Abanderada en la primaria de la escuela Teniente Hugo Ortiz y abanderada en la secundaria del colegio Miguel Iturralde, la portovejense está acostumbrada no únicamente a cumplir metas, sino a ser la mejor. (I)
Colombia se impone en la gimnasia artística (1234399)
Colombia se impone en la gimnasia artística
→ Colombia se mantiene al frente de los Juegos Bolivarianos, gracias a las doradas conseguidas por Jossimar Calvo (2) y Melva Avendaño en gimnasia, John Rodríguez en esgrima, Rafael Gutiérrez en ciclomontañismo y los equipos de nado sincronizado y tiro deportivo. Hasta las 12:30 de ayer, los anfitriones se mantienen en la cima con 21 preseas doradas, 15 de plata y 23 de bronce.
La primera dorada de la jornada para Jossimar fue en un aparato poco usual para el nortesantandereano, en la modalidad de suelo, en la que se impuso con puntaje de 14,233 sobre el guatemalteco Jorge Vega, quien registró 14,033 y del chileno Joel Álvarez con 13,267.
Luego vino el caballo con arzones, en el que de nuevo brilló Jossimar con puntuación de 14,433 para conquistar su cuarta medalla de oro en los Juegos, delante los venezolanos Adickxon Trejo (13,233) y José Luis Fuentes (13,167).Y el cierre fue en las anillas, con medalla de plata para Jossimar, pues registró 13,733 y fue superado por el venezolano Jostyn Fuenmayor, quien tuvo una puntuación de 14,133.
El bronce fue para el también venezolano José Fuentes con 13,467. Además de los dos oros y la plata de Jossimar, en la rama femenina también se presentó la presea dorada de Melba Yurany Avendaño en las barras asimétricas, con medalla de plata para la dominicana Yamilet Peña y bronce para la guatemalteca Irene Palacios.
Asimismo, en la modalidad de salto femenino, la local Dayana Ardila se quedó con la presea de plata, detrás de la dominicana Yamilet Peña y delante de la chilena Francesca Santi.
Con siete medallas de oro, la gimnasia artística colombiana brilla gracias al talento de Jossimar y Yurany, que llevan a Colombia a completar 21 oros en estos Juegos que dan inicio al ciclo olímpico Tokio 2020. (I)
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/otros-deportes/1/estefania-garcia-el-desconsuelo-de-ser-segunda
Comentarios
Publicar un comentario